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“Hete aquí este paisaje digestivo”


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Hoy te comparto un “paisaje digestivo” con la canción El Arca de Mima de fondo, para localizar la abundancia en el archipiélago puertorriqueño. En la fiambrerita de hoy también incluyo la encuesta que trabajan la Mujeres de Islas y Asociación Pesquera de Culebra para apoyarles en un simportante gestión. Si comes pescados y mariscos, saca un ratito y llénala. Al final te comparto el poema de Palés Matos que dio pie el pie forzado pa’ nuestro panel.


Ayúdanos a completar esta encuesta corta sobre consumo y venta de ostras en Puerto Rico

May be an image of text that says 'Promoción: Cuestionario de Mercado para ostras ¿Eres un pescadorx, negocio que vende marisco, consumidor de marisco? invitamos a participar de este estudio para potenciar la industria pesquera local. Este estudio busca comprender la viabilidad socio- -económica y ecológica del cultivo en el mar de dos especies de ostras nativas en Puerto Rico. ¡Muchas gracias por su tiempo! Escanea EscaneaelcodigoQR el código QR Enlace: pe:ttps/cececobo/p x/S9gtqllG Subvencionado Mujeres de Islas Inc. por: NOAA NA23NMF4270276-T1-01 1-01 ISER CARIBE Seay Grant PUERTO Conservación ConCiencia'

“Hete aquí este paisaje digestivo”: Sobre legitimar a la abundancia

En la discusión pública puertorriqueña sobre nuestra agricultura y pesca persiste un discurso de escasez, del no hay o del “no se puede”. Hay consenso en decir “se importa más del 85% de lo que comemos” (y con mucha razón). Sin embargo, eso contrasta con noticias de cientos de libras de alimentos que van al vertedero o de otros que fueron cosechados, pero no consumidos o vendidos. Y contrasta también con otras noticias sobre las libras de alimentos que se producen, incluso, en terrenos baldíos o reclamados; que se producen para regalar o intercambiar, para el autoconsumo. O sea, la escasez y la abundancia parecen estar bailando merengue al son de una salsa.

Dado a las distintas complejidades que componen nuestro sistema agroalimentario, no sería justo decir que no hay una sola manera de mirarlo, de bailarlo. Por lo tanto, conviene ampliar la pista de baile, particularmente cuando se trata de darle a la abundancia la misma o mayor atención que se le da a la escasez.

La lluvia típica de las tardes mayagüezanas acompañó mi introducción al panel (o baile) que moderé, compuesto por cuatro investigadoras y estudiosas de nuestro sistema agroalimentario. Nos juntamos la pasada semana en El Colegio, en la conferencia anual de la Sección de Puerto Rico de la Asociación de Estudios Latinoamericanos para ofrecer (y dialogar sobre) distintos modos para localizar la abundancia en nuestras islas. “Hete aquí este paisaje digestivo”.

Pulsa la imagen para leer el poema

Subrayo que ese paisaje es uno complejo, un rompecabezas enorme que no se compone solamente de piezas económicas o agronómicas. Angelica Valdés Valderrama comenzó presentándonos piezas que enlazan la salud y política públicas. Ella nos mostró que el cómo miramos las cosas—en este caso, los discursos en torno al megaproyecto Esencia en Cabo Rojo—matizan las interpretaciones y los entendimientos que tenemos sobre algo. No es lo mismo mirar lo que se quiere construir en Los Pozos en Cabo Rojo con un lente de turismo a gran escala que mirarlo a través del crisol de los determinantes sociales de la salud.

Valdés Valderrama hizo un análisis de las narrativas encontradas en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) presentada por los desarrolladores y las ponencias de las vistas públicas más los comentarios de instituciones gubernamentales en torno a la DIA. Encontró que el discurso a favor del proyecto obvia el bienestar social y ambiental de la zona. Además, compartió ejemplos que subrayan las contradicciones en torno a las economías que pueda generar el megaproyecto. Su ponencia subrayó las contradicciones, incluso entre políticas públicas que son utilizadas en las distintas narrativas en pro o en contra del proyecto.

Eso sucede frecuentemente en nuestra planificación territorial, pues a pesar de los esfuerzos para proteger las tierras agrícolas, existen otras políticas que contradicen y eliminan la potencial protección a nuestros suelos fértiles. Las contradicciones en las políticas públicas terminan transformando terrenos agrícolas en unos que no producen comida. Carol Ramos Gerena ha abordado esto en su trabajo académico y en su ponencia expandió cómo el sector agroecológico ha resistido tales contradicciones.

A partir de entrevistas cualitativas y visitas de campo, Carol ha estado documentando las estrategias que utilizan agricultores agroecológicos y los mayores retos que enfrentan en la protección de tierras agrícolas en Puerto Rico, particularmente ante el panorama contradictorio de las políticas públicas. Ella utilizó literatura del post-desarrollo para mostrar cómo el sector agroecológico resiste y reta el desarrollo en Puerto Rico. Visibilizar las estrategias de este sector desde el post-desarrollo permite reconocer las abundantes formas de gobernanza sobre el territorio que van más allá de la simple adaptación al desarrollo.

Nayla Bezares sabe de eso. Pues, lleva dedicándole tiempo a la ardua labor de conseguir datos estadísticos accesibles al público sobre producción local, importaciones y exportaciones. Ella presentó datos preliminares sobre su estudio enfocado en medir la autosuficiencia alimentaria en Puerto Rico. Su “(…) análisis [mostró] que los aceites, granos y alimentos proteicos tuvieron la mayor disponibilidad per cápita. La disponibilidad de alimentos no alcanzó las recomendaciones dietéticas para frutas y vegetales, pero superó los niveles recomendados para cereales, aceites y alimentos proteínicos”. Sus datos nos dejan saber de dónde sale la cifra que indica que importamos el 80% de lo que comemos, pero también nos invita a evaluar otras métricas que son más accionables.

Como, por ejemplo, sería considerar el grado de procesamiento de lo que se consume (para enfocar la producción local en sustituir el consumo de alimentos frescos) y considerar comprar el suministro de alimentos con las necesidades nutricionales de la población. ¿Cómo se vería el estudio de Bezares si tuviese mayor acceso a datos locales y si esos datos tomaran en cuenta lo que no se reporta al departamento de agricultura, o lo que no necesariamente se vende (por que se regala) o se vende en mercados donde no se usan códigos de barras?

Ella culminó su presentación esbozando distintas preguntas que son importantes que consideremos si queremos alcanzar mayor autosuficiencia, si estamos dispuestas a “descolonizar el paladar y dejar algunos productos” que compiten con los de aquí. Y es que mucho de lo que abunda en Puerto Rico pasa por desapercibido o no se consume. “Esta es la triste historia de las frutas de mi país”, canta Mima al final de la canción de su Arca.

Anclada en lo desapercibido, lo inexistente, lo que no se come o se desconoce, la ponencia de Mónica B. Ocasio Vega abordó el lugar de las producciones culturales, específicamente la literatura y la música, en articular las múltiples formas en que se construyen conjuntos de imágenes de escasez y abundancia en el archipiélago puertorriqueño. Nos habló de cómo Mima “guisa un gran sancocho de literatura puertorriqueña” para crear mundos nuevos, donde las relaciones entre lo humano y lo más que humano se entiendan y protejan. Dice Ana Teresa Toro que en la calle no hay crisis de imaginación. Y tiene razón, pues, como subrayó Ocasio Vega, el Arca de Mima refleja una tradición literaria amplia local en torno a la creación de mundos nuevos; una práctica necesaria para lograr la materialización de un paisaje digestivo en donde la abundancia esté legitimada.

Nos fuimos de ese espacio pensando en como el Puerto Rico y el Caribe se representan como tierra abundante y fértil para otros, pero como tierra escasa para sus habitantes.

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🤓 No me dieron la beca para el Caribbean Digital Scholarship Summer Institute (CDSsi) ☹️ Pero haber estado este viernes dándole un taller a estudiantes de Sagrado Corazón me contentó. Agradecido con la Escuela de Salud y Ciencias por la invitación

📰La Maraña abrió la 4a Convocatoria para el Laboratorio de Diseño Participativo. “Buscan acompañar a organizaciones y grupos comunitarios en la co-creación de los espacios que necesitan para su permanencia y desarrollo sostenible en Puerto Rico”. Conoce más y solicita aquí.

📚 El poema Menú de Luis Palés Matos que tituló nuestro panel:

Mi restorán abierto en el camino
para ti, trashumante peregrino.
Comida limpia y varia
sin truco de especiosa culinaria.
Hete aquí este paisaje digestivo
recién pescado en linfas antillanas:
rabo de costa en caldo de mar vivo…

Palmeras al ciclón de las Antillas,
cañaveral horneado a fuego lento,
soufflé de platanales sobre el viento,
piñón de flamboyanes en su tinta…
o merienda playera
de uveros y manglares en salmuera
para dejar la gula regulada
al propio Saladín de la Ensalada.

Para tu simple propensión vegetariana
aquí está este racimo de bohíos
que a hombro de monte acogedor
reposa.
La casa luce habilidad maestra
creando inusitadas maravillas
de cosas naturales y sencillas.

Para los gustos ultrafinos,
unos pinos a la francesa.
Si a lo francés prefieres lo criollo,
toma sopón de embrujado condimento,
toma calalú maravilloso,
toma maíz estrellado y luminoso.
Toma sopa de Martinica, caldo fiero,
los huracanes soplan el brasero.

Tengo grandes setas cargadas
con vitamina eléctrica de rayo
que dan a quien su tónico acumula
la elemental potencia de la mula.
Tengo salsa de crepúsculo
y un divino potaje sustancioso.
Soberbios son los flanes
para los líricos gurmanes.



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