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Desde la alacena es una serie de divulgación científica y alcance.
Esta columna fue parte de la fiambrerita del 1 de octubre de 2023.
Desde la alacena, te comparto 7 columnas y artículos que son muy grandes para haber incluido en las fiambreras de septiembre. Pueden ser ingredientes en tu alacena para entender mejor las dinámicas de nuestros sistemas agroalimentarios. Cuatro son en español y tres son en inglés.
En español
Puerto Rico quiere comer 100% local, pero es muy costoso
Por Héctor Tavárez
Este artículo resume muy bien los distintos elementos que inciden en el costo de productos locales y muchos de ellos están más allá del control individual. Subraya, además, que en Puerto Rico hay una alta consciencia sobre la importancia de la producción local y sobre apoyar esa producción. Me hubiese gustado que abundara más en las intervenciones o acciones en la sección de recomendaciones, aunque entiendo que ese no era el objetivo del artículo.
Imagínate entrar al supermercado con ganas de comprar una col rizada y te topas con un paquete local de 4 onzas que cuesta $3.97, pero al lado ves una opción importada que, por dos dólares adicionales, te ofrece 16 onzas. ¿Cuál escoges? Si tienes que alimentar a una familia de cuatro y cuentas con ingresos limitados, tiene más sentido elegir la opción que rinde más por tu dinero. Lee más aquí.
La educación es azada para labrar la soberanía alimentaria
Por Zacha Muñiz Vera
En esta columna, la agricultora argumenta que se debe expandir el acceso a fondos de Agricultura Federal (USDA) para disminuir las importaciones, a través del aumento de producción local. Aboga por la soberanía alimentaria y por cambios educativos que impliquen un mejoramiento del agro local. Varios sectores locales entienden que estos fondos federales son contrarios a la soberanía alimentaria. Mientras otros, están abogando en el congreso por la soberanía alimentaria, exigiendo cambios en la nueva ley agraria o Farm Bill.
Tener soberanía alimentaria en Puerto Rico significa poder definir y controlar nuestros sistemas alimenticios y de producción de alimentos tanto a nivel local como nacional, de forma equitativa, soberana y respetuosa con el medio ambiente. Más allá de los métodos de producción. La soberanía alimentaria también es nuestro derecho a tener suficientes alimentos, nutritivos, saludables, producidos de forma ecológica y culturalmente apropiados. Lee más aquí.
El abanico de todos nosotros
Por Cezanne Cardona Morales
El calor ha sido protagonista todo este verano (y lo seguirá siendo). Mucho se ha discutido sobre sus implicaciones en distintos sectores, particularmente en el educativo. En esta columna, el escritor puertorriqueño lo atiende como él mejor sabe: juntando la literatura, la política y elementos culturales. Subraya lo mal que se ha atendido el asunto en las escuelas y nos recuerda lo mal administrado que están nuestras instituciones.
La espera ha terminado. Luego de ser utilería patética en los despachos de los detectives de poca monta y sufrir el ninguneo de la aristocracia tropical, podemos decir que -al fin- el abanico eléctrico ha entrado en su fase de nobleza. En menos de una semana, el abanico de pedestal ascendió de clase, alcurnia y estilo; de ser un aparato de épica plebeya y con un aura asmática, pasó a convertirse en un artículo de élite y prosapia. Ya fuera de plástico, de metal o de toque industrial, el llamado ventilador siempre tuvo una aerodinámica estancada y carcelaria (aspas condenadas a cadena perpetua). Y, de pronto, -sin que cambiara su diseño- el abanico de piso adquirió un aire de casta. Lee más aquí.
La gentrificación también es gastronómica: “El ‘foodie’ es un depredador de la identidad ajena”
Por Jesús Caña
Este artículo es un buen ejemplo de estudios de alimentos o food studies. Le llaman “foodificación” a la gentrificación o desplazamiento que surge a partir del turismo gastronómico. Parece ser que la comida (y todo lo que implica: producción, significados, modos de consumo) es también mecanismo para la transformación de los lugares, en pro de intereses ajenos a quiénes los han poblado. Me parece un buen artículo para generar conversaciones o discusiones en el salón de clases.
Casi todo ese proceso de foodificación y estetización de los alimentos que sufre un destino turístico cabe en un mercado de abastos. Tanto que el de San Miguel de Madrid —convertido en 2009 en un espacio gourmet de precios habitualmente astronómicos— ya da nombre a ese efecto que atraviesan estos espacios al convertirse en lugares de degustación, en un fenómeno global que va de México a España, pasando por Reino Unido. “Estas transformaciones están marginando su función de servicio público dedicado a la venta de productos generales a precios asequibles y, así, generando nuevas formas de exclusión y desplazamiento”, denuncia Sara González, profesora de Geografía en la Universidad de Leeds en su artículo La ‘gourmetización’ de las ciudades y los mercados de abasto. Lee más aquí.
En inglés
Our country is obsessed with violent rhetoric. The environmental movement doesn’t have to be.
Por Harrison Watson
Harrison en esta columna argumenta que la retorica violenta que permea en Estados Unidos es también utilizada en torno a la adaptación a y mitigación del cambio climático. Explica por qué eso no es productivo y hace un llamado para modificar la retórica o el discurso a uno que realce elementos de comunidad, solidaridad y entendimiento. A veces la columna no es clara y entre líneas puede haber una contradicción, pero me llama mucho la atención su argumento y es uno que invita a la reflexión.
To be sure, there is a fight to be had. However, this combative rhetoric distracts us from the real adversary: extractive corporations that are disproportionately contributing to climate change. We should not stand aside and let industrial agriculture continue to pollute our air and water or poison our communities. Deep-sea mining needs to cease. Petrochemical factories should not be allowed to continue to give communities cancer. But what would it mean for us to win the fight against climate change? Lee más aquí.
Water Sharing as Disaster Response: Coping with Water Insecurity after Hurricane Maria
Por Anaís Roque et al.
Esta es una publicación científica, centrada en las dinámicas del intercambio de agua, luego de María en Añasco. Los hallazgos pueden ser informativos para el manejo de emergencias, como por ejemplo, en el desarrollo de estrategias de respuesta.
We found that extensive water sharing (in 85% of households) spontaneously emerged in the wake of disaster, in previously water-secure rural, peri-urban, and urban communities. Households relied primarily on kin and neighbors, and women had more extensive sharing networks than men. Water-sharing arrangements were typically a form of generalized reciprocity, with little expectation of direct payback. We conclude that water-sharing networks are an important—but understudied and underutilized—component of disaster response. Our research indicates that water sharing should be more explicitly planned for and included in disaster preparedness plans. If water sharing is the dominant approach for coping with disaster-induced water insecurity, we argue, it must be at the core of disaster response. Lee más aquí.
Earth beyond six of nine planetary boundaries
Por Katherine Richardson et al
El marco conceptual de las barreras planetarias es uno que se utiliza en estudios de sistemas para entender aspectos de la crisis climática. Hace poco, la Universidad de Estocolmo publicó por primera vez un estudio actualizado de los indicadores de ese marco. Establece que la mayoría de las barreras se han transgredido. Sin embargo, provee información de áreas de posible intervención para reducir o lentificar el daño.
Successfully addressing anthropogenic climate change will require consideration of internal biosphere-geosphere interactions within Earth system. Our model results demonstrate that one of the most powerful means that humanity has at its disposal to combat climate change is respecting the land system change boundary. Bringing total global forest cover back to the levels of the late 20th century would provide a substantial cumulative sink for atmospheric CO2 in 2100. This reforestation seems unlikely, however, given the current focus on biomass as a replacement for fossil fuels and the creation of negative CO2 emissions via bioenergy with carbon capture and storage. Both activities are already serving to increase pressure on Earth’s remaining forest area. Nevertheless, our study indicates that failure to respect the land system change planetary boundary can potentially jeopardize efforts to achieve the global climate goals adopted in the Paris Agreement. Lee más aquí.
Esta columna es parte de La Fiambrera, un proyecto que enlaza mis amores por la investigación en sistemas agroalimentarios, la comida y cocina, al igual que la narrativa. Recibe una fiambrerita todos los domingos. ¿No recibes una fiambrerita semanal? Suscríbete aquí. Puedes acceder el archivo de las pasadas fiambreras aquí y acá puedes ver todas las pasadas columnas.
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