Cultivan soluciones colaborativas: Investigadoras trabajan con el agro local en el manejo de enfermedades en tomates 🍅

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Esta publicación fue parte de la fiambrerita del 4 de agosto de 2024.


Se me hace tan bonito ver una canasta llena de tomates recién cosechados, de distintos tamaños y colores. Muchas fincas en Puerto Rico están produciendo tomates sabrosos, desde cherry y roma, heirlooms y otros. Según el último censo agrícola, se cosecharon en Puerto Rico 711,446 libras de tomates. Sin embargo, no hay tanta información sobre variedades u otros datos socioecológicos en torno a la producción de esa hortaliza. Pero poco a poco eso va cambiando gracias a un reciente proyecto que lideran investigadoras de la Estación Experimental Agrícola y el Servicio de Extensión Agrícola de nuestra Universidad.

“Este trabajo es parte de un proyecto colaborativo con varias universidades y agencias de Estados Unidos y Puerto Rico que se llama TomSpot”, me comentó Sofía Macchiavelli Girón, agente agrícola de Santa Isabel y Salinas. “Este proyecto está enfocado en entender mejor enfermedades bacterianas relacionadas al tomate [para desarrollar métodos integrados de manejo]. Allá se enfocan mucho en fincas grandes comerciales, pero acá estamos trabajando con producciones pequeñas”. Y esto es importante, puesto que la mayoría de las fincas en Puerto Rico, el 53%, tiene menos de 19 cuerdas. Las bacterias que están estudiando son del género Xanthomonas, las cuales causan la mancha del tomate y afectan otros productos importantes en Puerto Rico, como lo son los ajíes dulces.

“Aquí lo más importante es saber si tenemos la enfermedad en Puerto Rico, qué es lo que se conoce y se desconoce y de ahí en empezar a trabajar diferentes tipos de tratamientos y diagnósticos en el campo”, dijo Ermita Hernández Heredia, quien dirige el proyecto en Puerto Rico y es especialista en hortalizas en la Estación Experimental Agrícola. Ella también enfatizó en que en este tipo de trabajo es importante incluir al agro en el proceso de investigación y de diseño de talleres para que la información sea de provecho. Por ejemplo, Machiavelli Girón comentó que en los talleres “[les enseñaron imágenes] de lo que serían diferentes lesiones en la hoja de los tomates. “Les preguntamos si habían visto esos síntomas en la producción y encontramos que la mayoría de ellos sí los habían visto”, dijo. Sin embargo, muchos tenían dudas de cómo proceder para manejar la posible enfermedad o desconocían si esa lesión era bacteriana.

Esas impresiones surgen de unas entrevistas con 14 agricultores, primordialmente de Jayuya, que se llevaron a cabo para desarrollar los talleres y charlas educativas. “¿Qué fue lo más que te llamó la atención de las conversaciones y los hallazgos?”, le pregunté a Hernández Heredia. “De dónde buscaban su semilla. Que produjeran su propia semilla, que esa producción sale de lo local. Y en cuanto a los tipos de tomates de preferencia [para cultivar], pues, aunque el más común que vemos por ahí, el beefsteak, el grande, pues estamos viendo que se están moviendo a cherry, roma y otros”, me comentó la también profesora de ciencias agroambientales. En esos hallazgos, los cuales serán publicados en la página de la Empresa de Hortalizas y Granos Básicos, la cual ella dirige, es notable que el reto principal para sostener una producción sustentable de tomates son las plagas.

Ambas expresaron que una alternativa que tienen las personas productoras es utilizar las clínicas de diagnóstico de la Universidad de Puerto Rico, las cuales ayudan a determinar posibles causas y enfermedades y cursos de acción. Hay tres, una en Juana Díaz, una en Mayagüez y otra en Río Piedras. “Se recomienda que contacten al agente agrícola local del municipio, quien entonces le puede ayudar a tramitar [el proceso]”, dijo Macchiavelli Girón. Añadió también que las personas pueden enviar una muestra a la clínica y se le hace un diagnóstico y le dan recomendación

Cabe destacar que una parte del proyecto conectó a productores con economistas de la familia y el hogar, quienes les dieron talleres de nutrición en torno al tomate y de productos de valor añadido. Ambas pudieron compartir lo que llevaron a cabo en Jayuya con cientos de personas en la conferencia de la American Phytopathological Society, Plant Health, en la cual presentaron un afiche del proyecto. Dado a la creciente producción de tomates en Puerto Rico, dentro de las condiciones climáticas calientes actuales, aptas para la infección con esa bacteria, este proyecto proveerá herramientas útiles para manejar ese reto.


Nota: Las partes que se usaron de la entrevista fueron condensadas y editadas para proveer mayor claridad.

Esta publicación es parte de La Fiambrera, un proyecto que enlaza mis amores por la investigación en sistemas agroalimentarios, la comida y cocina, al igual que la narrativa. Recibe una fiambrerita todos los domingos. ¿No recibes una fiambrerita semanal? Suscríbete aquí. Puedes acceder el archivo de las pasadas fiambreras aquí y acá puedes ver todas las pasadas columnas.

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